La Casa
Casa Evelin Santiago de Cuba está ubicada en el centro de la ciudad
Casa Evelin SANTIAGO DE CUBA está ubicada en el centro de la ciudad, muy céntrica, a solo 100 metros de la famosísima calle Enramadas (calle peatonal, en las que se concentra una enorme cantidad de oferta gastronómica, tiendas, servicios, bancos, casas de cambio, terrazas, bares y cafés). A igual distancia se hallan el Parque Serrano y la Tumba Francesa (declarada Patrimonio de la Humanidad). A 200 metros, el Boulevard de Santiago y el Parque Céspedes (corazón vivo de Santiago y punto de encuentro obligado).
En el Parque Céspedes encontrarás la casa del primer gobernador de América, el Adelantado Diego Velázquez, que se conserva prácticamente intacta. Parece ser el edificio colonial más antiguo de toda América. Rematan la plaza otros edificios tan importantes como la Catedral (preciosa), el famoso Hotel Casa Granda (imprescindible tomarse un mojito en su terraza, viendo pasar la vida por la plaza), la Casa de la Trova, El Banco Nacional...
La fachada de Casa Evelin SANTIAGO DE CUBA corresponde a principios del siglo XX. De estilo ecléctico neocolonial, en su interior se han hecho varias remodelaciones, adaptando la vivienda al correr del tiempo para mantenerla y dotarla del confort necesario. Tiene sala de estar, cocina y 4 habitaciones. Cada habitación está equipada con aire acondicionado, ventilador y baño privado. En la planta superior hay una agradable y fresca terraza. Desde la terraza se pueden disfrutar los atardeceres y la vista alcanza las montañas de la Sierra Maestra y hasta la bahía. En la terraza podrás disfrutar un muy buen desayuno y estupendas cenas, de cocina familiar, recetas típicamente criollas y productos de temporada.
Los anfitriones son una familia alegre y simpática, de carácter santiaguero (extrovertida y amiga de la conversación y la amistad), siempre dispuesta a brindarte cuanta información necesites. Uno de los anfitriones de Casa Evelin SANTIAGO DE CUBA es guía de turismo, de manera que este tema… no va a ser un problema. Conocer Santiago de la mano de un guía (y sus alrededores, que hay muuuucho que conocer) es algo que merece la pena.